Después de meses de negociaciones y vueltas con los tribunales europeos de competencia, a finales de 2014 pudimos ver cómo Facebook cerraba, finalmente, la compra de la omnipresente aplicación Whatsapp. La oferta, en principio, era de unos 18.000 millones de dólares, pero tras conocerse la noticia de la posible compra las acciones de Facebook comenzaron a subir como la espuma elevando, también, el precio de Whatsapp.
Si tenemos en cuenta que casi a diario los gigantes de internet compran y absorben apps, ideas y startups en expansión, la cifra a la que asciende esta venta (la mayor adquisición realizada jamás por Facebook, mayor también que cualquier otra de Google, Apple o Microsoft) es, realmente, impresionante. Facebook vio una oportunidad y, a la vez, una clara amenaza en Whatsapp. ¿Pero vale la empresa, realmente, lo que Zuckerberg pagó por ella?
LOS INICIOS DE WHATSAPP
En 2008, Jan Koum y Brian Acton fundan Whatsapp en el corazón de Silicon Valley. La idea original de Koum era sencilla y útil a la vez: estaba harto de ver un montón de llamadas perdidas cuando salía del gimnasio, así que decidió crear una app que listara los contactos de la agenda mostrando, además, el estado de cada uno: disponible, en una reunión, en el gimnasio…
La primera versión de la app no era nada del otro mundo. De hecho, estaba llena de bugs y se cerraba constantemente. Al poco tiempo, Apple lanza las notificaciones push para el iPhone, y ese es el primer punto de inflexión para Whatsapp.
Gracias a las notificaciones push, Koum y Acton se dan cuenta de que los usuarios han aprendido a utilizar Whatsapp para enviar “mensajes” a sus amigos, aunque de forma un tanto rudimentaria: el cambio de estado pasa de ser una mera notificación a convertirse en un mensaje. Así es: sin quererlo, Whatsapp se ha convertido en la primera app de mensajería instantánea para móvil.
Aprovechando la idea, Koum da un giro radical con el objetivo de satisfacer a sus usuarios: Whatsapp deja de ser una aplicación de gestión de contactos para convertirse en una mensajería instantánea y, con el cambio, su base de usuarios crece rápidamente hasta los 250.000.
Todo el desarrollo posterior, hasta llegar a la aplicación que hoy conocemos, se enfoca por completo en el producto; sin juegos, sin distracciones, sin publicidad. La prioridad es la utilidad máxima; hacer que Whatsapp llegue a todo el mundo, independientemente del tipo y marca de smartphone, de la operadora telefónica, de la ubicación geográfica.
Pero lo que al principio es una alternativa barata para envío de SMS, acaba convirtiéndose en líder del mercado, desbancando al propio SMS (no hablemos ya de los MMS) y haciendo, incluso, que llegue a quedar obsoleto. Whatsapp va añadiendo progresivamente nuevas características al servicio, como el envío de fotos y vídeos y las conversaciones de grupo.
Una rápida expansión gracias al boca a boca (Whatsapp no gastó ni un dólar en marketing, compra de usuarios o relaciones públicas), su facilidad de uso (para registrarse solo hay que introducir el número telefónico, y la lista de contactos que utilizan Whatsapp se actualiza automáticamente con nuestra agenda) y la filosofía de plataforma cruzada, que permite la interconexión de los usuarios independientemente del sistema que utilicen (a diferencia de otros servicios como BlackBerry Messenger o iMessage), acaban teniendo como resultado la conversión de Whatsapp en el gigante de los 21.000 millones de dólares. Y, si echamos un vistazo a los números, todo indica que la inversión ha salido rentable a la compañía de Zuckerberg:
FACEBOOK ADQUIERE WHATSAPP
Desde Febrero de 2014, fecha en que se anunció el acuerdo de compra por parte de Facebook, Whatsapp mantiene un pico de crecimiento sostenido: de los 500 millones de personas que lo usaban entonces, la base de usuarios ha aumentado hasta los 800 millones, y es más que probable que se llegue, dentro de poco, a los 1000 millones de usuarios activos.
Cada día, Whatsapp procesa unos 50.000 millones de mensajes, 600 millones de fotos y 100 millones de vídeos: cada usuario envía, de media, más de 1000 mensajes al mes. Lejos de estancarse en el éxito, Whatsapp sigue desarrollando nuevas funcionalidades para sus usuarios, como la reciente liberación de las llamadas de voz. Su base de usuarios activos es la de más rápido crecimiento en la historia de las telecomunicaciones, y supera muy ampliamente la de servicios como Facebook (150 millones de usuarios), Gmail (125 millones), Twitter (55 millones) y Skype (53 millones). Se estima que, cada día, la cifra de usuarios activos de Whatsapp aumenta en un millón.
Nota: Colaboración de Marah Villaverde de geekpunto.com